Trastornos sensoriales en los niños
Hace poco recibí una consulta de una madre con un niño de cuatro años porque el niño no comía. Como es una consulta muy frecuente lo tomé como una preocupación mas por un problema muy frecuente que es la inapetencia. Pero examinando y observando al niño comprobé que estaba algo mal nutrido, pálido, y que era muy reacio al contacto físico, además de estar muy apegado a su madre y en una actitud muy “de bebé”.
Interrogando un poco más la madre me afirmaba con insistencia que el niño no comía absolutamente nada sólido, sólo podía tomar algunos purés de potito. Cualquier otro intento de administrar algún sólido era rechazado con violencia y acompañado de arcadas y vómitos. Me agregó además que el niño nunca aceptó un abrazo de nadie, salvo de su madre y con alguna reticencia y nunca acepto un beso de nadie, incluida su madre.
Este es el típico caso de un niño con un trastorno del procesamiento sensorial (TPS) o como se lo conoce en inglés Sensory Processing Disorder (SPD).
Qué es un Trastorno del Procesamiento Sensorial?
Normalmente, cuando los sentidos, gusto, olfato, tacto, vista, audición, llegan al cerebro, se integran y se ordenan para ir cada uno de ellos al área del cerebro que le corresponde. En los casos de niños con TPS estas señales de los sentidos sufren un “atasco” parecido a los atascos del tránsito en hora pico. Allí, en desorden, provocan sensaciones desagradables, y en muchos casos se mezclan. Por ejemplo un niño que tiene problemas para aceptar un alimento también tiene problemas para relacionarse porque tiene rechazo al contacto físico. Son muy sensibles a los ruidos, al contacto con la ropa, o no soportar el contacto con las etiquetas de una camisa.
Cómo me puedo dar cuenta que mi niño tiene un problema de este tipo?
En los bebés y niños de los primeros dos años:
Si el niño tiene problemas para dormir o para comer
Gestos de asco cuando se le acerca la comida o ante un olor
No quiere ir con nadie más que conmigo
Irritabilidad extrema cuando lo quiero vestir o con la ropa
No juega con juguetes
Rechaza el contacto físico arqueándose con irritabilidad
En los niños de edad pre-escolar:
Exageradamente sensibles al tacto, ruidos, olores, o alguien desconocido
Dificultad para hacer amigos
Dificultad para vestirse, comer, dormir, o para controlar esfínteres
Torpeza motora
Hiperactividad
Rabietas frecuentes y duraderas
Es importante detectarlos porque en algunas ocasiones éstas son señales que acompañan a otros problemas como los Trastornos del Espectro Autista.
Cómo puedo ayudarlo?
La mayoría de estos niños son talentosos y tan inteligentes como los demás. Sus cerebros están cableados de forma diferente; eso es todo. Se les debe enseñar de forma que puedan procesar la información de forma correcta.
Una vez que se hizo el diagnóstico del Trastorno del procesamiento sensorial, se les debe dar la oportunidad de recibir una terapia ocupacional (TO), desde el punto de vista de la integración sensorial.
Este tipo de TO se lleva a cabo en “gimnasios sensoriales”, donde el terapeuta va guiando al niño por diversas actividades y experiencias sensoriales de manera que sea satisfactorio para el niño.
Cómo puedo ayudar a mi hijo con trastorno del procesamiento sensorial?
Se pueden establecer algunos ejercicios durante los hábitos diarios como por ejemplo:
- Durante el baño: Cepillar el cuerpo con cepillos, esponjas y paños de distinta textura. Use distintas variedades de jabones y geles. Use espuma para hacer dibujos en la pared del baño.
- Preparación de la comida y cocina: Deje que el niño mezcle ingredientes de distinto tipo. Hacer bollos de masa aplastado y estirado.Tocar la carne y golpearla con el tiernizador.
- Compras en el mercado: Que el niño mismo coja los artículos y los ponga en el carro de la compra, que empuje de éste y luego ayude a su vaciado.
- Comida: Trate de que mastique trozos de comida, que se lleve a la boca trozos que él mismo coja. Que beba líquidos a través de una cañita o pajita. Una manta más o menos pesada sobre sus piernas ayuda.
- Tareas caseras: Deje que pase la aspiradora, que recoja ropa y la ponga a lavar con detergentes (bajo supervisión). Deje que trabaje la tierra, la toque con las manos, cuide plantas.
- Juegos: Colocar un pequeño juguete en una caja llena de arroz o alubias o lentejas crudas, y que trate de encontrarlo y sacarlo con sus manos. Que camine descalzo sobre el cesped o la arena. Que moldée con las manos con plastilina o masilla así como pintar con los dedos o las manos sobre distintas superficies.
- Rutinas: Es muy importante que estos niños tengan rutinas muy precisas y predecibles, horarios muy precisos y repeticiones que los hagan sentir seguros. Que a la hora de cepillarse los dientes lo hagan si es posible con un sepillo eléctrico para que se acostumbren a las vibraciónes.
Es muy imortante que estos niños sean tratados con consistencia y seguridad. Con rutinas claras; y que cuando se vaya a cambiar algo se le avise con tiempo y explicándole de qué se trata.