Probióticos
Qué es el microbioma?
Microbioma es la población de bacterias que viven en nuestro cuerpo.
Nuestro organismo está formado por aproximadamente 600 trillones de células. Sólo el 10% de ellas forman parte de la estructura del cuerpo. El resto pertenecen a bacterias que co-existen en nuestro organismo. Es todo un eco-sistema que vive en nuestro cuerpo y que tiene una función.
Los probióticos
Parte del microbioma son los Lactobacillus GG (LGG) que es una cepa probiótica de bacterias “amigables” que se encuentra en los intestinos (llamada flora) y que se necesita para mantener un equilibrio saludable en el sistema digestivo humano. Actualmente, el LGG se considera el “estándar de oro” de los probióticos, habiendo sido el tema de más de 250 ensayos clínicos en humanos. En ciertas situaciones que son estresantes para el cuerpo (especialmente cuando se toman antibióticos), la flora bacteriana puede agotarse y debe reponerse. La cepa LGG en vivo se puede ingerir en la forma de un suplemento dietético natural, y algunos de sus beneficios para la salud clínicamente probados incluyen:
Porqué es importante el microbioma y los probióticos
Ayuda al funcionamiento intestinal
Mejora y apoya las defensas naturales del cuerpo
Ayuda a mantener una flora intestinal sana
Ayuda a controlar los síntomas asociados con cólicos ocasionales
Ayuda a prevenir los síntomas asociados con el malestar estomacal ocasional
Ayuda a reducir los síntomas asociados con las molestias intestinales y estomacales
Promueve la regularidad
Cuándo administrarlos
En los recién nacidos sobre todo los nacidos por cesárea, ya que al no pasar por el canal de parto no adquieren la flora que se encuentra en eses sitio.
Durante y después de tratamientos antibióticos
No debemos alterar el microbioma natural
En todas las cavidades existen bacterias beneficiosas. Una de ellas es en la nariz. Estudios científicos han demostrado que el equilibrio de estas bacterias en las fosas nasales es importante para contrarrestar algunos virus respiratorios. Por lo tanto no es aconsejable hacer lavados nasales si no es indispensable y sólo si el bebé no puede respirar por obstrucción nasal. Tampoco es recomendable hacer lavados nasales sólo para “limpiar los mocos”.