Enuresis
Mojando la cama
La enuresis nocturna, el término médico para orinarse en la cama, se refiere a la micción involuntaria en la noche. No debe confundirse con la enuresis diurna, la micción involuntaria que ocurre durante el día mientras el niño está despierto. Mojar la cama es común. Los padres de los que mojan la cama pueden verse frustrados, y los niños a menudo se quedan avergonzados. Pero, con los nuevos enfoques y recursos disponibles, los padres y los niños ya no tienen que soportar años de accidentes nocturnos.
Causas de enuresis
Cuando un niño moja la cama, no es porque ese niño sea terco o perezoso. La gran mayoría de los niños experimentan enuresis debido a que duermen demasiado profundamente para responder a las señales de la vejiga y la mayoría de los afectados eventualmente lo superarán sin intervención.
La genética de la enuresis.
Mojar la cama suele ser hereditario. Si los padres mojaban la cama en la infancia cuando eran niños, entonces su hijo tiene una mayor probabilidad de sufrir enuresis. Para obtener más información sobre la genética de la enuresis, alentamos a los padres a explorar los datos de enuresis que los padres deben saber.
Causas médicas de la enuresis.
A pesar de los mitos comunes y la información errónea, la enuresis no indica la presencia de un problema emocional o psicológico, ni refleja la salud de la familia. Más bien, “orinarse durante el sueño” es un problema del desarrollo del niño que duerme demasiado profundamente como para ser consciente de las señales de la vejiga. La excepción es una pequeña población que experimenta enuresis debido a una condición médica subyacente, que puede incluir:
Sensibilidades alimentarias
Estreñimiento
Estrés
Obstrucción de la vía aérea
Trastorno por Déficit de Atención (ADD)
Tratamiento para la enuresis.
El 85% de los niños superan la enuresis sin intervención o tratamiento. Para aquellos que buscan un alivio más inmediato, hay opciones prácticas de tratamiento disponibles, que van desde técnicas de entrenamiento de la vejiga en el hogar hasta dispositivos de acondicionamiento de la vejiga. Para obtener una descripción más detallada de las opciones de tratamiento, aquí adelantamos algunas de ellas:
1.- Llevar un diario
Haga un calendario de 30 días junto con el niño. Cada día el mismo niño o niña debe dibujar un sol si la noche anterior fue “seca” o una nube con lluvia, si la noche fue “húmeda”. Es muy importante que lo cumpla el mismo niño para que se involucre y se comprometa en el tema.
2.- Vaciar la vejiga antes de acostarse
Enseñar a ir al baño antes de acostarse, y especialmente enseñarle a que haga fuerza o “apriete” la vejiga haciendo fuerza para estar seguro de que vacía bien la vejiga.
3.- Hacerlo orinar cuando tú te vas a la cama
Una o dos horas después de haber dormido al niño, y antes de acostarte aprovecha para despertarlo y que vacíe la orina nuevamente. Es importante que el niño esté bien despierto para ser consiente del acto de orinar
4.- Entrenar la vejiga para tolerar mayor volumen
Darle agua y cuando sienta el deseo de orinar pedirle que aguante unos 5 minutos antes de vaciar la vejiga. Así sucesivamente hasta que la vejiga pueda aguantar tiempos prolongados sin orinar. De esa manera se va acostumbrándose a contener mayores volúmenes de orina.
5.- Cortar el chorro.
Pedir al niño que durante la micción detenga el chorro de orina dos o tres veces. De esa manera se entrena la musculatura de la vejiga y otros músculos que actúan durante la micción.
6.- Medicación
Existe medicación que imita la acción de la vasopresina (la hormona que retiene orina y que se segrega a nivel del cerebro). Se cree que un grupo de niños se orina por la noche por no estar suficientemente maduros para segregar suficiente hormona. Funciona en un porcentaje de niños.
Lo importante es hablar con el niño antes de acostarse para aumentar su confianza y que realmente crea que él es capaz de controlar.