La fiebre es otro de los mecanismos de defensa del organismo. Normalmente el ser humano funciona a una temperatura corporal de 37 grados (36 o 36.5 ºC axilar). Cuando existe una infección por una bacteria o un virus, el cuerpo reacciona elevando la temperatura corporal. ¿Para qué? Para matar a esos microorganismos nocivos. Porque ellos también viven a esta temperatura, y se mueren a mayores temperaturas.
Por lo tanto, la fiebre no es mala en sí misma.
Lo que ocurre es que es un signo de que algo está pasando, de que existe alguna infección. De manera que hay que consultar con el médico.
¿Tengo que darle antitérmicos (paracetamol, ibuprofeno o aspirina) para bajarle la fiebre urgentemente?
No es necesario. Damos antitérmicos para mejorar el estado general y aliviar las molestias que la fiebre puede causar.
¿Cuándo debo administrar medicación para la fiebre?
Cuando la temperatura pase de 38ºC o cuando veamos que el niño empieza a estar muy decaído o irritable o molesto.
¿Debo intercalar dos drogas diferentes para no dejar subir la fiebre?
No es necesario. Es bueno dejar a la fiebre que haga su trabajo y de esa manera sabemos cómo está marchando la enfermedad.
¿La fiebre es causa de convulsiones siempre?
No. Las convulsiones febriles aparecen sólo en algunos niños. Son aquellos niños que tienen un umbral de excitación neuronal más bajo. O sea los que nacen con una predisposición a convulsionar porque sus cerebros reaccionan a temperaturas menores. Y esto se da sólo en algunos casos. Que la temperatura sea muy alta no quiere decir que necesariamente vaya a causar convulsiones.