Llanto y enfermedades
Los niños pequeños no pueden hablar, pero el llanto del bebé nos puede ser una manera de llamarnos la atención.
Cuando el llanto del bebé no se calma de ninguna manera, entonces puede haber otra causa más que los cólicos.
Si el recién nacido tiene fiebre, entonces, debemos preocuparnos y llamar al médico. Cuanto más pequeño menos defensas tienen contra enfermedades infecciosas.
La mejor forma de tomar la fiebre en un bebé recién nacido y hasta los dos meses es la temperatura rectal con un termómetro digital.
Recordar que la temperatura de un bebé pequeño es algo más alta que en los niños mayores. Se considera que un bebé tiene fiebre si la temperatura rectal es mayor de 38ºC, y de 37.5 si se toma en la axila.
Pero, a veces, puede haber otras causas serias sin fiebre. Si existe agitación e irritabilidad además del llanto.
Si hay vómitos o diarrea, o si hay manchas en la piel o hay sangre en orina o en las heces; llamar siempre al pediatra.
Cuándo llamar al pediatra:
- Agitación o irritabilidad
- Si hay vómitos o diarrea
- Manchas en la piel
- Sangre en heces u orina
Recordar que el bebé recién nacido tiene pocas defensas y se pueden enfermar muy gravemente en poco tiempo.
En estos casos, puede que el pediatra quiera verlo en su consulta y pedirle alguna radiografía o analíticas de sangre y orina.
También puede ocurrir que exista una intolerancia alimentaria y que sea necesario un cambio en la dieta o la fórmula que está tomando.
Así que deben descartarse infecciones, obstrucciones intestinales, alergias o intolerancias alimentarias u otras enfermedades serias.
Posibles problemas serios:
- Infecciones
- Obstrucción intestinal
- Alergias o intolerancias alimentarias
- Otras enfermedades serias, neurológicas o cardíacas
Nunca se deben administrar antitérmicos o analgésicos sin antes consultar con el pediatra, para no enmascarar un cuadro más severo.
Y recordar que la mayoría de los recién nacidos llora durante las primeras 6 semanas porque echa de menos la vida intrauterina, así que es necesario cogerlo en brazos, moverlo y susurrarle al oído.